EL REY DEL SALITRE QUE DERROTÓ A BALMACEDA

Detrás de la guerra civil de 1891, que terminó con el gobierno de José Manuel Balmaceda, hubo un cerebro que articuló y financió la revolución, y que movió los hilos del poder en el intento por continuar con su reinado económico. Ese cerebro fue el inglés John Thomas North, conocido por todos como el rey del salitre. El escritor Guillermo Parvex detalla -con la exactitud y el rigor que lo caracteriza- los movimientos del magnate que, al cer amenazado su patrimonio salitrero en nuestro país, arremetió contra el Presidente de la República, prestó el dinero con el que se armaron las fuerzas revolucionarias y generó un gran lobby en el gobierno británico, al punto de bloquear cualquier apoyo posible a Balmaceda y sus aliados. Una flortilla de guerra inglesa apoyó militarmente a la insurrección, en una inédita intervención extranjera en aguas nacionales. La guerra de 1891 tuvo un mmonarca en las sombras. Un rey sin corona que acabó con las confianzas políticas y con la estabilidad de un Estado.